¿Qué beneficio existe y a quién interesa saber y conocer los equipos de una Radio Comunitaria? ¿Quién o qué institución monitorea y maneja información casi de inteligencia sobre los equipos de las radios, sus nombres y sus horarios?
El día de ayer, martes 22 de julio, pasadas las 20 horas y en pleno temporal de lluvia y viento sobre Santiago, Radio 1 de mayo, de Pedro Aguirre Cerda, recibió la visita de unos personajes que se presentaron como funcionarios del Departamento de Fiscalización de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL) y pretendieron entrar a los estudios de la emisora, con el objetivo de ver y fotografiar los equipos del lugar, ya que según sus palabras "sabían que estaban transmitiendo".
La única persona que se encontraba en el Centro Cultural Pedro Maniqueo de la Población La Victoria, lugar donde funciona la radio, les restringió la entrada, solicitó credenciales y les explicó que no podía dejarlos pasar, ya que ella sólo se encontraba haciendo aseo. Los supuestos funcionarios públicos se presentaron con credenciales y logos de SUBTEL y el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones e insistieron por casi 20 minutos en hacer ingreso al local, mirando por ventanas y hostigando a la integrante del Centro cultural.
Radio 1 de mayo, es una emisora comunitaria legal, acogida a la categoría de Radio de Mínima Cobertura, único espacio legal que existe en la ley actual de Telecomunicaciones para emisoras locales con contenidos sociales. Es conocido su compromiso social con los temas de la lucha del pueblo mapuche, la identidad de su comunidad y el seguimiento a las demandas de los trabajadores. Asimismo, es sabido que SUBTEL realiza fiscalizaciones que no se dan en la forma anteriormente señalada.
Leopoldo Sarmiento, director de la emisora, fue informado del hecho y se comunicó directamente con la Oficina de Fiscalización, con su encargado, Sr. Francisco Muñoz Mercado, quién le confimó que no se han ordenado procesos de fiscalización en esta fecha, que el nombre de la persona que se identificó ayer en la Radio 1 de Mayo, no existe dentro del registro de sus funcionarios y que sus vehículos cuentan con la patente y los logos autorizados de propiedad estatal.
Frente a estos hechos, que dan cuenta de un espionaje a las emisoras comunitarias, aún cuando estén dentro de la legalidad, de una suplantación de identidad y de instrumento público, como lo es la representación de una farsa frente a los equipos de radios comunitarias, denunciamos la constante presión de la que los medios comunitarios y alternativos están siendo víctimas, por parte de una estructura de falsos funcionarios que trabajan para intereses de un patrón desconocido.
Esta situación se suma a una seguidilla de hallanamientos, citaciones policiales y persecusiones a radios populares, que dentro o fuera del marco legal, reciben presiones de autoridades y caciques locales de turno por entregar otra mirada noticiosa a la comunidad. Esta situación afecta gravemente el legítimo Derecho a la Comunicación de todos y todas los chilenos, el derecho a informarse libremente de los temas que los otros medios invisibilizan, al parecer nuestra idílica libertad de expresión en democracia es constantemente espiada y monitoreada por grupos de poder que sí rompen la ley y actúan en la ilegalidad absoluta.
El día de ayer, martes 22 de julio, pasadas las 20 horas y en pleno temporal de lluvia y viento sobre Santiago, Radio 1 de mayo, de Pedro Aguirre Cerda, recibió la visita de unos personajes que se presentaron como funcionarios del Departamento de Fiscalización de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL) y pretendieron entrar a los estudios de la emisora, con el objetivo de ver y fotografiar los equipos del lugar, ya que según sus palabras "sabían que estaban transmitiendo".
La única persona que se encontraba en el Centro Cultural Pedro Maniqueo de la Población La Victoria, lugar donde funciona la radio, les restringió la entrada, solicitó credenciales y les explicó que no podía dejarlos pasar, ya que ella sólo se encontraba haciendo aseo. Los supuestos funcionarios públicos se presentaron con credenciales y logos de SUBTEL y el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones e insistieron por casi 20 minutos en hacer ingreso al local, mirando por ventanas y hostigando a la integrante del Centro cultural.
Radio 1 de mayo, es una emisora comunitaria legal, acogida a la categoría de Radio de Mínima Cobertura, único espacio legal que existe en la ley actual de Telecomunicaciones para emisoras locales con contenidos sociales. Es conocido su compromiso social con los temas de la lucha del pueblo mapuche, la identidad de su comunidad y el seguimiento a las demandas de los trabajadores. Asimismo, es sabido que SUBTEL realiza fiscalizaciones que no se dan en la forma anteriormente señalada.
Leopoldo Sarmiento, director de la emisora, fue informado del hecho y se comunicó directamente con la Oficina de Fiscalización, con su encargado, Sr. Francisco Muñoz Mercado, quién le confimó que no se han ordenado procesos de fiscalización en esta fecha, que el nombre de la persona que se identificó ayer en la Radio 1 de Mayo, no existe dentro del registro de sus funcionarios y que sus vehículos cuentan con la patente y los logos autorizados de propiedad estatal.
Frente a estos hechos, que dan cuenta de un espionaje a las emisoras comunitarias, aún cuando estén dentro de la legalidad, de una suplantación de identidad y de instrumento público, como lo es la representación de una farsa frente a los equipos de radios comunitarias, denunciamos la constante presión de la que los medios comunitarios y alternativos están siendo víctimas, por parte de una estructura de falsos funcionarios que trabajan para intereses de un patrón desconocido.
Esta situación se suma a una seguidilla de hallanamientos, citaciones policiales y persecusiones a radios populares, que dentro o fuera del marco legal, reciben presiones de autoridades y caciques locales de turno por entregar otra mirada noticiosa a la comunidad. Esta situación afecta gravemente el legítimo Derecho a la Comunicación de todos y todas los chilenos, el derecho a informarse libremente de los temas que los otros medios invisibilizan, al parecer nuestra idílica libertad de expresión en democracia es constantemente espiada y monitoreada por grupos de poder que sí rompen la ley y actúan en la ilegalidad absoluta.
1 comentario:
lo entretenido de estos hallanamientos es la respuesta que miembros de la directiva de la Anarcich entrega.
Se ha formado una discusión super interesante debido a ello, pues se desligan de lo delicado del tema.
Amelia R.
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