domingo, 21 de febrero de 2010

Declaración del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez "Es hora de la izquierda revolucionaria"



Conclusiones del Concentrado Nacional enero 2010, del MPMR.

Con la asistencia de militantes de las distintos Destacamentos del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, se realizo el Concentrado Nacional Enero 2010 de la organización.

Se aprobó de manera general la convocatoria al evento, a la cual se le hicieron algunas modificaciones que serán incluidas en la versión pública de ella.

Se resolvió incluir en el reglamento el evento Concentrado Nacional, que será una instancia de resoluciones sobre áreas temáticas de la organización.

El Concentrado discutió y tomo resoluciones sobre tres áreas:

Política de Alianzas.

Trabajo social.

Crecimiento.

CONSIDERACIONES SOBRE EL CUADRO POLÍTICO.

Cada cierto tiempo, nos enfrentamos a las elecciones, ellas son un momento de debate y un ejercicio en que una pequeña parte del pueblo elige a las autoridades que mandaran en el país. La elección de Sebastián Piñera, es la continuidad del modelo, que hoy cambia de mano de una manera natural porque poco está en juego, salvo los puestos de trabajo de la burocracia corrupta de la Concertación.

En Chile, el poder está administrado -más que en la llamada derecha tradicional o en la Concertación, que de igual manera esta tipificada de derecha- por una élite transversal de políticos, empresarios, académicos, militares, la oligarquía criolla, que periódicamente se reúnen en seminarios, encuentros empresariales, para seguir desarrollando el consenso en torno al sistema y los ajustes que él necesita, con el visto bueno del imperio.

Por eso en las elecciones pasadas la falsa disyuntiva era entre dos representantes de una misma clase, dos empresarios, ninguno podía, ni tenia la intención de cambiar el rumbo de nada, pues cualquier cambio pasara por el parlamento, donde existe un empate de fuerzas y por tanto veto para las leyes que no son de consenso. Ninguno de los proyectos, tanto en primera como en segunda vuelta, considera un papel protagónico del pueblo y sus organizaciones.

En estas elecciones sólo perdió el pueblo y este cuadro lamentablemente no cambiará hasta que este ponga en duda la gobernabilidad y se levante como alternativa de cambio real y revolucionario.

Sebastián Piñera fue electo con un poco mas de 3,5 millones, eso son cerca del 28% de los 12 millones mayores de 18 años, es decir fue electo por una minoría. Con esto podemos hacer una primera distinción, el sistema no es representativo, pues las autoridades son elegidas en la práctica por una minoría de electores.

¿Esta realidad pone en jaque la gobernabilidad?, es evidente que no, pues el sistema sigue funcionando con niveles de “legitimidad”.

De aquí una segunda distinción, la gobernabilidad, que es lo que buscan en el fondo las clases dominantes, algunas veces como dictadura abierta, como la del dictador Pinochet, otras veces disfrazada de “democracia”, como lo han expresado nefastamente estos 20 años de Concertación, tiene distintas aristas.

El sistema ha montado su “legitimidad” y por tanto la gobernabilidad, con un conjunto de redes de poder o de acciones, como las elecciones, la credibilidad en los medios de comunicación, el tipo de consumo, la tecnología individualista, la entretención, el turismo, el fútbol, el sistema educativo, las formas de religiosidad, las formas de trabajo, el temor, la represión. Es decir han formateado una subjetividad afín al neoliberalismo, un nuevo tipo de chileno, individualista, en competencia con los demás, descreído.

La “política”, cumple un papel en la dominación, es una fachada, importante aún, pero es solo una esfera de la gobernabilidad, además la “política”, ha sido degradada por las clases dominantes al imperio de la mentira y la publicidad. Si las cosas son verdad ya no importa mucho, lo que importa es que sea creíble.

De esa forma de hacer política, nada bueno ha venido ni vendrá para los trabajadores y los pueblos y va en una dirección de perpetuidad de la esclavitud y no de la liberación.

La represión y el miedo, es parte importante del andamiaje del sistema, es parte del aseguramiento de la gobernabilidad. Parte de ello son la demonización de los movimientos sociales, de la justa lucha del Pueblo-Nación Mapuche. La estigmatización y persecución a los movimientos anarquistas. Los asesinatos de mapuche y de trabajadores, los más de 60 presos políticos mapuche. En el gobierno de la señora Bachelet, hay cerca de 150 mil detenidos en movilizaciones sociales y muchos, incluyendo nosotros, estamos en constante vigilancia por los aparatos de seguridad del Estado, los cuales se han perfeccionado en recursos humanos y tecnología de avanzada. Es obvio que esto continuará en el nuevo gobierno.

De manera muy cínica, ya personeros de la Concertación que estarán en la supuesta oposición, anunciaron que serán “guardianes de la libertad”.

La Alianza por Chile, no realizará cosas nuevas, sólo maquillajes, mas chorreo asistencialista, efectos de publicidad. En cuanto a la represión, ella es consustancial al movimiento real de la lucha de clases, si los oprimidos usan la rebeldía y la movilización rupturista, vendrá represión, ya sea en los gobiernos de la Concertación, como quedó demostrado, o en el gobierno de Piñera y el único camino es estar preparados para ello, en base a la organización y voluntad revolucionaria.

La gobernabilidad necesita apariencia de democracia, adhesión al modelo de vida del sistema, represión a aquellos que se salen del margen permitido. A este sistema los rodriguistas queremos denominar “Democradura”, una dictadura del capital, con apariencia democrática, mas de mentira que de verdad. Circo por un lado y palos por el otro.

El pensar que la solución a nuestros problemas es solo desenvolvernos dentro de la política institucional, el asumir las reglas del juego que el sistema creó o recreó para canalizar la lucha de clases, es una equivocación.

El asumir ese camino, es solo darle más tiempo al sistema, es hacerle el juego. Para los que asumen ese camino el sistema ofrece recompensas económicas, de protagonismos, puestos en el poder. Pero exige abandonar la rebelión, la ruptura, es decir exige buena conducta.

En Chile, existe injusticia, explotación, no somos felices, estamos angustiados, existe inseguridad, reinan los miedos de todo tipo, los sueldos no alcanzan, estamos endeudados por dos o tres años, la convivencia familiar es cada vez peor. Es decir existen las condiciones objetivas, para el descontento, la rebeldía. Pero eso no sucede en un camino revolucionario, más bien el descontento tiene expresiones individuales o cuando son colectivas son parciales, momentáneas y no se convierten en organización.

Los rodriguistas hemos escogido el camino difícil, el hacer lo “imposible”, porque lo “posible” ya lo hacen otros, que inclusive se denominan “de izquierda”.

Lo de fondo es que en la base social de la derecha pinochetista hoy Gobierno, junto a las diversas capas burguesas, empresariales, fundamentalistas, militaristas, corruptas, convive hoy una cierta masa trabajadora, engañada todo lo que se quiera, pero popular. Del mismo modo, en la futura oposición a Piñera, llámese oposición de centro-izquierda, progresismo o como diablos se les ocurra, hay también una importantísima fuerza social trabajadora, no sólo se trata de la burocracia corrupta u oportunista, hacia todos ellos también debieran ir enfocados esfuerzos en la organización de niveles superiores de lucha, siempre teniendo como norte el enriquecimiento practico de nuestra PPPR.

¿QUE DEBEMOS HACER LOS REVOLUCIONARIOS EN ESTE MOMENTO?

Los rodriguistas tenemos una propuesta, la propuesta del Poder Popular Revolucionario, como proyecto político, pero también como práctica concreta de acción social. Hoy todo lo que realicemos, en lo ideológico, en lo político, en lo cultural, en cualquier esfera de nuestro accionar debe tener como objetivo construir poder popular, organizar gente. Desarrollar la democracia de base, la soberanía popular, elevar la conciencia de los trabajadores y de los pueblos. En suma construir un contra-poder.

Sin pueblo organizado, con independencia, con propuestas y protagonismo propio, cualquier cambio es imposible. El verdadero cambio hoy, es reconstruir con una identidad propia, un movimiento social rupturista. De los “políticos del sistema”, en cualquiera de sus versiones solo vendrán engaños.

La alternancia en el gobierno, parte del diseño de la “Democradura”, es celebrado tanto por el gobierno actual, como sus reemplazantes como signo de la fortaleza de la democracia chilena. Debemos, desde el mundo popular, especialmente desde los trabajadores oponernos con fuerza y movilización a esta nueva mentira. Hay que oponerse a que el parlamento anti-democrático sea el lugar donde se resuelva el destino del país. Hay que volver a las calles, con demandas concretas, con exigencias de las demandas populares, que también impliquen cambiar la institucionalidad vigente y el modelo económico.

Es hora de la izquierda revolucionaria, la cual ha estado ausente, por su dispersión e incapacidad. Se necesita, al igual que a lo largo de toda nuestra historia, levantarse y empezar a construir un camino, en base a la práctica, al ejemplo, a la buena voluntad de lo mejor de nuestro pueblo, en especial de los sectores de trabajadores que portan una identidad de clase.

CONCLUSIONES EN TORNO A LA POLÍTICA DE ALIANZAS Y LAS FORMAS DE LUCHA.

El MPMR tiene una Política de Alianzas Nacional Unica y se particulariza en cada región.

El MPT es el esfuerzo principal de alianzas de nuestra Organización en este período, pero no nos cerramos a otros vínculos y acercamientos.

Acordamos la creación de un Instrumento Electoral en la medida que este potencie nuestra concepción de soberanía popular.

Se definió conformar un equipo que elabore un Plan Electoral que deberá ser sancionado por un Concentrado Nacional de carácter vinculante a realizarse en un plazo máximo de 6 meses, a partir de hoy.

Se define que el MPMR elabore un Programa de Gobierno que represente los verdaderos intereses de nuestro pueblo, que incluya los mas variados aspectos, Economía, Social, Sindical. Medio Ambiente, Cambio Climático, Nacionalizaciones, Deportes, Recreación, Educación, Cultura, Pueblos Originarios, Necesidades Básicas, etc.

No necesariamente este Programa lo realizarán exclusivamente militantes de nuestra Organización sino que deberemos tratar de buscar todas las voluntades en este empeño.

Es necesario desarrollar un perfil propio de oposición marcado por la radicalidad en las posiciones políticas y las formas de lucha, somos oposición al sistema de dominación.

CONCLUSIONES EN TORNO AL TRABAJO SOCIAL.

Imperiosa necesidad de integrar concretamente y de manera eficaz nuestra Política del Poder Popular Revolucionario en el contexto del trabajo social de nuestro país.

Desarrollar un movimiento social rupturista, que tenga elementos de rebeldía y lucha frontal contra el sistema.

La necesidad urgente de dotarnos de conocimientos y su aplicación a través de la educación popular, asumiendo el desafío de la lucha de los derechos de los trabajadores y las concepciones medioambientales clasistas.

Crear organizaciones sociales o potenciar nuestra participación en las que existen. *Presentarnos con nuestras propuestas, como MPT y como MPMR en las elecciones en gremios u organizaciones sindicales, estudiantiles y poblacionales.

El Centro de Estudios Francisco Bilbao, debe cumplir una tarea principal en desarrollar la educación popular a partir de la creación de los CEP (Centros de Educación Popular)

Desarrollar la concepción integral del papel de los militantes rodriguistas en el trabajo social: claridad política, manejo de conflictos, auto-educación permanente, responsabilidad, alto compromiso, ética, liderazgo.

Levantar, junto al máximo de personas, los pliegos de demandas populares, globales y sectoriales.

Tomar una serie de medidas internas para el trabajo social.

Elevar a niveles superiores el Festival Latinoamericano de la Solidaridad con los Pueblos y la Semana Antiimperialista. En ese camino, es indispensable convocar desde ya a fuerzas de la intelectualidad chilena, de la ciencia y la técnica.

CONCLUSIONES EN TORNO AL CRECIMIENTO DE LA ORGANIZACIÓN.

Aspiramos en el mediano plazo a ser una organización de miles, especialmente entre los trabajadores y la juventud, por lo que se hace imperativo el diseño de un Plan de Crecimiento Orgánico Global que incluya las diferentes realidades que existen en el entorno social, sindical, estudiantil, de acercamiento de otros sectores políticos, afines a nuestras posiciones y que buscan un nuevo referente que los represente.

Toda esta planificación debe ser guiada a través de un método que discipline la Elaboración y Control de lo que se va a realizar en términos prácticos, considerando la realidad de cada sector.

Nuestro crecimiento no se entiende sin un liderazgo fuerte, permanente y claro que sirva de referente para la identificación de nuestra PPPR y que convenza a aquellos que nos interesaría captar para la organización.

Los aspectos militares de la política deben estar presentes en el crecimiento de la organización. Se plantea, entre otros temas, la creación de un Centro de Estudios Militares, que estudie y entregue formación sobre la Estructura, Estrategia y Dislocación Geopolítica de las FFAA, que finalmente son las que defienden los postulados e intereses del imperialismo en Latinoamérica, haciendo tal ves un símil con el CEFB.

Para crecer tenemos que cambiar de mentalidad, de esfuerzos, teniendo como enfoque el crecimiento selectivo con cuadros destinados por meses en zonas importantes de concentración obrera, como en el norte donde están las más grandes empresas mineras y las riquezas más importantes del país.

La formación integral de los militantes debe concretarse a través de la escuela de formación Rodriguista, que funcione de manera itinerante.

Cada estructura del MPMR deberá presentar un plan, metodológicamente claro y preciso de hacia donde crecer y de que forma se aplicará, en cada contexto, el plan global de crecimiento deberá ser elaborado por la DN.

Aquel militante que este dentro o en el área de influencia de alguna organización social tiene la obligación de participar e influir en ella, aspirando democráticamente a ser dirigente.

Por el Poder Popular Revolucionario.

¡¡Aun tenemos Patria, ciudadanos¡¡

Presidencia Concentrado Nacional, Enero 2010.

Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez